Antes de decidir

A la hora de las decisiones profesionales conviene conocer algunos riesgos frecuentes, que propician errores.
Por ejemplo:
• Pereza al comprobar los datos y confirmar las hipótesis de nuestra decisión, o para reunir información adicional. Frecuentemente son consecuencia de basarse exclusivamente en experiencias del pasado.
• Descartar posibles contingencias, para no desalentarnos al considerar la posibilidad de eventos negativos. A menudo nos limitamos a entusiasmarnos con la idea y poco más.
• Indecisión porque hay muchos cambios de los datos, cayendo en la parálisis por el análisis. A veces la indecisión es peor que una decisión errónea.
• Creer que las soluciones del pasado son válidas en el presente. Como reza el refrán "mejor lo malo conocido, que…
• No conectar el problema a resolver con la estrategia global de la organización.
• No saber actuar con autonomía, dependiendo en exceso de otras personas, que a su vez esperan la acción de otras, etc.  
• Aislamiento sin considerar la experiencia y los conocimientos de otras personas y que mejoran la calidad de la decisión.
• Profundidad técnica insuficiente para comprender los distintos aspectos de los problemas.
• Ausencia de comunicación del qué, dónde, cuándo y cómo asociados a las decisiones, porque la gente no las entiende.
Fuente: J. Zenger y J. Folkman