![]() Conocer el potencial del cerebro y desarrollarlo es aún un reto a pesar de los avances de la neurociencia. Pocas personas aún desean conseguir una mejor versión de sí mismas, porque ello implicaría un cambio de los patrones de pensamiento y de conducta, automatizados desde hace años, y con los que nos sentimos cómodos. Sin embargo para la mayoría la vida no es exactamente como queríamos y nos parece terriblemente injusto. No aceptamos la posibilidad de que lo que da la vida es lo mejor que puede ofrecer aquí y ahora. Einstein decía que “La locura es seguir haciendo las cosas siempre igual y esperar resultados diferentes”. Para dejar la esclavitud de nuestra propia mente nos conviene auto conocernos y cuestionar cómo es que hacemos lo que hacemos, para identificar otras posibilidades y conseguir otros resultados. En la sociedad de hoy cada vez tenemos más cosas con las que distraernos y esto dificultad buscar en nuestro interior. Se trata de una tarea de constancia y perseverancia. La alternativa es, desafortunadamente, el camino más fácil: la culpa la tienen los demás y yo ya no tengo nada más que hacer. Me convierto en víctima y cedo las riendas de mi vida. El verdadero cambio consiste en pasar del victimismo a la responsabilidad. Un buen comienzo sería escuchar nuestras emociones; que son las que llevan los mensajes de nuestro inconsciente. Muchos aprendimos a esconderlas, reprimirlas o negarlas en el inconsciente. Con el tiempo saldrán y, frecuentemente, en forma de neurosis, enfermedades, miedos, estrés, depresión, etc. ¿Empezamos?
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![]() ¿Cómo es que para unos puede ser normal y un conflicto para otros? Encontrar soluciones implica romper el modelo (paradigma), abandonar prejuicios y ser creativos Se encontró a un amigo y le dijo que era muy desgraciado porque tenía muchos problemas. Y su amigo respondió: “¡Pues no los tengas!”. Y es que a menudo acaban convirtiéndose en una “posesión”, que nos resistimos a soltar o mejorar porque hay “ventajas ocultas”. Cada problema tiene una apariencia particular, en un ámbito de la vida diferente. En ocasiones por factores externos como una racha de mala suerte, que suele conllevar ansiedad. Pensar que la culpa es de los demás es en sí mismo un conflicto. Aunque otras personas pueden crear una situación o participar en ella, en realidad quien la percibe como un inconveniente es quien tiene la llave para resolverla. Frecuentemente deseamos una vida sin problemas ni obstáculos, llena de paz y serenidad, y en esa búsqueda logramos lo opuesto de lo que nos proporciona bienestar. Nuestra creatividad para generar complicaciones no tiene límites y nos cuesta reconocer cuál es el verdadero problema antes de resolverlo. Los conflictos son las “historias” que nos contamos de cómo pasan las cosas, de lo que nos repetimos una y otra vez. Es decir, la valoración de una situación como problemática es lo que la convierte en tal. Según Einstein no se puede resolver desde dentro del conflicto, porque la densidad de nuestras emociones en esas circunstancias impide la claridad de ideas. La primera propuesta es cuestionar lo que sabes del problema, como si fuera la primera vez y no supieras que es un inconveniente que nos generará inquietud. Así nos abrimos a otras formas de contemplar la situación. La segunda propuesta es preguntarse cuál es su sentido para llegar a un nivel de pensamiento nuevo. Dicho de otra forma: si me digo que ya sé lo que está pasando, me veo obligado aplicar las viejas recetas de siempre. Pero si lo que busco es una solución definitiva, tal vez debería preguntarme cuál es el verdadero problema o qué cambio necesito para que esto no lo sea nunca más. Una vez más Einstein dijo que ningún problema se puede resolver en el mismo nivel de conciencia en el que se creó. La tercera propuesta es dejar de lado las resistencias, pues actúan como un deseo oculto para quedarse allí (¿más vale malo conocido que bueno por conocer? La cuarta propuesta es pensar que tal vez no haya problemas, más bien soluciones que no gustan. ![]() Es una emoción que lleva a un estado de alerta para poder afrontar una amenaza. Tiene muchas consecuencias a nivel fisiológico y de conducta: • el pulso se acelera • el corazón late rápido • la respiración se agita y hace que las personas a tu alrededor se sienten incómodas y con miedo. También da fuerza para protegernos y sobrevivir. En ocasiones lo que empieza en cólera acaba en vergüenza (B. Franklin) Hay quien cree que por las malas se consigue todo o que hay personas que solo reaccionan gritándoles. Hay quienes muestran ira para escenificar su enfado, como si fuera más real si se acompaña de forma violenta... Conviene conocer la causa del enfado, y cuestionar si justifica esa conducta. Actuar con tranquilidad hace que la mente interprete que esta en paz y manda una orden serenidad: • Intenta expresarte con lentitud, bajito y entonando sin rabia • Sonríe aunque no tenga ganas • Expresa serenidad con los gestos • Intenta entender los puntos de vista de los demás • Mejor ser prudente y contenerse a la hora de decir todo lo que te pasa por la cabeza. • Resuelve los problemas, decide, habla con quien te ofendió o con quien se siente ofendido. • Practica actividades en las que te sientas bien. • No hagas como el globo: explotar cuando te irritas. ![]() 1. Acepta la realidad. Ningún pensamiento puede cambiar lo sucedido. 2. Concéntrate en lo que puedes resolver porque ocuparte de otra cosa impide estar presente en lo tuyo y te frustra. 3. “Si te afliges por alguna causa externa, no es ella lo que te importuna, sino el juicio que haces de ella” Marco Aurelio. 4. Ajusta tus expectativas, cuando no tienes apego al resultado de las situaciones o de tus acciones, entonces eres libre. 5. “Soy yo, no los acontecimientos, lo que puede hacerme feliz o infeliz hoy. El ayer ya no existe y el mañana no ha llegado aún. 6. Concéntrate lo que tienes delante y olvídate de la lista pendiente. 7. Disfruta de tu propia compañía: es la única segura. 8. Deja de buscar la aprobación de los demás. 9. Deja de controlar la vida y el futuro porque no están bajo tu control. Según J. Lenon “La vida es lo que sucede mientras hacemos planes”. 10. Acepta tus emociones sin miedo. Solo es energía. 11. Perdona y no juzgas a los demás: no tendrás tiempo para cuidarte 12. Acepta la muerte como parte de la vida. 13. Date las cosas y atenciones que esperas de los demás. 14. Olvida el resentimiento. Es como tomarse un veneno y esperar que muera otro. 15. Disfruta de lo que tienes y no te lamentes de lo que crees que te falta. Epicteto. ![]() El 79% de los directivos europeos esta preocupado por el estrés laboral creciente y el 40% ante los problemas de violencia y acoso en su empresa, ya que generan el 60% de las jornadas perdidas: 240.000 millones de euros cada año. El problema es que el 75% de las organizaciones no tiene nada previsto para afrontar los riesgos psicosociales que conllevan, limitándose a improvisar sin suficiente apoyo técnico, orientación y recursos en prevención de riesgos laborales. Por otra parte el 51% de los trabajadores europeos percibe el estrés como habitual y el 16% lo percibe como "muy frecuente", siendo los colectivos más sensibles a esto: mujeres, trabajadores entre 18 y 54 años y el personal sanitario y dedicado a la asistencia y cuidado de personas, como consecuencia de la precariedad laboral, la reorganización de plantillas, la duración de la jornada y la carga de trabajo. El 59% de los trabajadores también atribuye como causa del estrés, el acoso, la intimidación, la falta de apoyo de compañeros y superiores, así como las escasas oportunidades de control de las pautas de trabajo. Fuente: EU-OSHA. |
Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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