Cada vez más personas trabajan desde casa, lo que no es ni más fácil ni menos estresante, aunque el estrés que produce sea diferente que en la empresa.
Los nuevos trabajos están en los salones, comedores y habitaciones de nuestros domicilios, y los límites entre la vida laboral y la personal quedan difusos, porque resulta fácil ponerse a leer el correo electrónico a las 9 de la mañana porque el portátil está al lado de la cafetera o saltarte el descanso de después de comer porque tienes la atención puesta en algún asunto laboral. Y así, sin darte cuenta, es muy fácil acabar quemado. Trabajar en casa limita la variedad de situaciones cotidianas porque no estás en presencia de tus compañeros, no charláis de asuntos extralaborales, no puedes pensar en tus cosas de camino al trabajo, las reuniones son más estresantes porque se hacen por videoconferencia, etc. llevándonos a la monotonía y la falta de descanso por pasar mucho tiempo sin descanso con la pantalla. El síndrome del trabajador quemado es consecuencia de un estrés crónico en el trabajo mal llevado, que se caracteriza por:
¿Cómo se puede prevenir? Ello se puede prevenir haciendo cambios en la rutina, como, por ejemplo, coger vacaciones para descansar si es posible. En caso contrario, hacer lo posible para separar la vida laboral de la personal, estableciendo límites, como tener un sitio exclusivo para trabajar, otro para descansar, etc. Igualmente, con los horarios, las pausas y el contacto con otras personas. Fuente: N. Hinde
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Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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