Frecuentemente nos resistimos a contar nuestras cosas a una persona desconocida, temiendo que nos juzgue o que no llegue a entendernos.
Tenemos miedo a lo que no conocemos. Tanto es así que, aun sintiéndonos mal, preferimos intentar que desaparezca por sí solo, lo que podría agravarlo. Seguimos pensando en términos de “loqueros” y “manicomios”, y que solo las personas perturbadas o débiles necesitan ayuda, como un fracaso en la vida. Contarlo activa el miedo al juicio humillante de los demás. Las personas que acuden a terapia psicológica no están locas; necesitan saber cómo afrontar sus problemas actuales. Una encuesta europea refleja un cambio de tendencia ya que las generaciones actuales y las mujeres están más dispuestas a ir a terapia y a no ocultarlo. Van entendiendo su utilidad para enfocar los problemas (trabajo, pareja, etc.), eliminar hábitos nocivos, fobias y obsesiones, tratar el estrés, la ansiedad y la depresión, etc. Ello es importante dado que según la Organización Mundial para la Salud (OMS) el 10% de la población mundial presenta un trastorno de depresión o ansiedad, porque cada vez más las personas tienen más dificultades:
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![]() Diariamente hablamos de los trastornos que incapacitan de una manera poco respetuosa con los derechos de las personas que los padecen. Los trastornos mentales serán la causa principal de discapacidad mundial en 2030, afectando a un 25% de la población. Sin embargo, frivolizamos con estas enfermedades diariamente:
1. Decir que una persona es obsesiva compulsiva por ser muy cuadriculada es reduccionista, porque quienes sufren este trastorno, además de muy ordenadas, se preocupan mucho por la perfección y el control, llegando a sentir frustración por no alcanzar sus objetivos. 2. Llamar "esquizofrenia" a una conducta extraña o incontrolada, se trata de un trastorno mental grave que afecta a 21 millones de personas, caracterizado por anomalías del pensamiento, percepción, emociones, lenguaje y la conducta, que dificultan lo que entendemos por vida normal. 3. Confundir depresión con tristeza, cuando nos referirnos a contrariedades cotidianas, lo que provoca la creencia de que se trata de una excusa de las personas que realmente padecen un trastorno depresivo. 4. Decir "bipolar" cuando alguien cambia con facilidad de idea y/o de estado de ánimo, cuando, en realidad, es una enfermedad mental grave del estado de ánimo, con períodos cíclicos de excitabilidad o manía, que pueden durar de días a meses, y fases de depresión", acompañados con riesgo de suicidio importante. 5. Llamar ansiedad al hablar de nervios. La ansiedad hace que las personas experimenten aprehensión o miedo, una gran preocupación incontrolable, que suele durar más de seis meses y, que genera aún más angustia, con síntomas como irritabilidad, inquietud, impaciencia, dificultad de concentración, fatigabilidad, tensión muscular, dificultades del sueño, etc. 6. Calificar como autista a una persona que parece vivir en su mundo. La realidad es que la infancia autista padece problemas de adaptación y desarrollo:
Fuente: BUENAVIDA. 13 OCT 2018 - 17:53 CEST ¿A qué llamamos verdad?
En determinados ámbitos como, por ejemplo, el sanitario, las personas tienen derecho a la información, a la verdad. Pero, ¿qué es eso de la verdad? E una palabra con varios significados, como por ejemplo:
La PNL nos permite conocer la manera en la que funcionan nuestra mente y, así, generar los resultados que nospropongamos.
Con la PNL podremos encontrar una buena manera de recuperar el bienestar al sustituir los hábitos negativos por los positivos con rapidez. Los estados de ansiedad o de estrés generan limitaciones en nuestras vidas, como consecuencia de problemas y decisiones pendientes, falta de comunicación, etc. Solucionar estas cuestiones ayuda a nuestra salud y, a la vez, contribuye a nuestro desarrollo personal. Las aplicaciones de la PNL son muchas. A modo de ejemplo:
Entre otros, abordamos aspectos como los siguientes: La conciencia de lo que hacemos. La comunicación Nuestro potencial personal El uso de nuestros recursos Nuestra creatividad La escucha activa El desarrollo de la intuición Los procesos de cambio Las habilidades de resolución de conflictos y problemas. Las estrategias de equilibrio emocional y motivación La PNL fue uno de los recursos más utilizado desde finales del S. XX en una sociedad de cambio permanente y en el S. XXI lo es aún más. La palabra “empatía” viene del Griego “empátheia”, que significaba “pasión”. Posteriormente el psicólogo Titchener la utilizó como “sentimiento compartido”, como habilidad para entender lo que otras personas sienten al poder ponerse en su lugar.
La empatía está ligada a las neuronas espejo de nuestro cerebro que reflejan la actividad de la otra persona nos facilitan comprender su conducta, el contexto y su intención, como si simuláramos en nuestra mente sus estados mentales”. La palabra “simpatía” viene del Griego “sunpathos”, y significa “conjunto” y “sufrimiento”. Y consiste en preocuparse y entender los sentimientos de otras personas, reconociendo las dificultades que experimentan e intentando generarles comodidad y seguridad. Para sentir simpatía es necesaria una identificación imaginativa de conexión con la otra persona, que validamos y aprobamos, compartiendo para conseguir su agrado. Empatía y simpatía no son excluyentes y tampoco se experimentan siempre a la vez: si pierdo a un ser querido puedo recibir simpatía de mucha gente, y solo aquellas que experimentaron una pérdida semejante serán capaces de empatizar. Las capacidades de simpatizar y de empatizar son importantes para entender a las demás personas y sus problemas. |
Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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