Según el último informe de la Obra Social “La Caixa”, la soledad es un problema importante para todas las personas, especialmente para las mayores.
Las principales conclusiones del estudio son las siguientes:
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Según M. Garriz de la Clínica Universitaria de psicología y psiquiatría la de UIC Barcelona, los casos de estrés y ansiedad "están aumentando" a raíz de la covid-19, deteriorando la salud mental de las personas.
"La salud mental de la población será una de las grandes víctimas de la pandemia" y "seguramente no se podrá evitar". El teletrabajo es "uno de los causantes de este incremento" porque genera "un conflicto de roles que suele derivar en una sobrecarga y en la dificultad para ejercerlos adecuadamente, lo que unido a la ausencia de contacto social provoca una mayor presencia de alteraciones emocionales". Existen otros factores desencadenados a raíz de la covid-19 como la pérdida de puestos de trabajo, los ERTE o la muerte de personas queridas. Para reducir el número de afectados "es importante reforzar lae lucha contra el virus y sus consecuencias". A nivel individual, "cada uno puede poner en marcha medidas de autocuidado mental y físico que pueden tener un impacto notable en cómo vivimos la situación actual". Fuente: Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona) ![]() La experiencia de la ruptura de pareja, tiene que ver con la mayor o menor dificultad en superar la ausencia de la otra persona en nuestra vida, que puede ser causa de sufrimiento. ¿Cómo se produce esta necesidad de aferrarse a una persona que ya no está en nuestra vida? ¿Es que el amor es tal o hay algo más? Algunas razones por las que no puedes olvidar a tu ex:1. Ego heridoA nadie le gusta perder. Ya desde la niñez tenemos una visión en torno a la creencia de posesión: “mi mamá”, “mi maestra”, “mi pareja”. Esta idea de posesión es natural y adecuada para crear un sentido de aceptación social en la niñez. Con el tiempo, aprendemos que existe una separación entre el propio yo y el ajeno, y que las demás personas no son de nuestra propiedad, e independientes en sus decisiones, conductas y sentimientos. 2. Miedo a la soledadLa persona que se siente sola busca la manera de volver a lo conocido, a la zona de confort en la que se encontraba con su ex, aunque casi nunca sea positivo para la persona. Se trata de la sensación de soledad e indefensión ante un mundo hostil. 3. Apego El apego nos sirve para sobrevivir durante la niñez pero cuando somos adultos puede causar sufrimiento. En la infancia necesitamos apegarnos a alguien que nos de protección porque somos vulnerables. Sin embargo, las personas crecen creyendo que aún necesitan apegarse a alguien para vivir mejor su vida. Se siguen viendo a sí mismos como pequeños e indefensos, olvidando que ahora son adultos que ya pueden hacerse cargo de ellos mismos en cualquier situación. Ello genera desconfianza en sus capacidades y solucionan el problema apegándose a su pareja a quien consideran su base de apego seguro. Y aquí es donde llegan a creer que aún aman a esa persona. Cuando en realidad se trata de creen que aún la necesitan. A las personas nos duelen las rupturas. Sin embargo pueden forman parte natural de la vida en pareja. Recomendaciones para olvidar a tu ex poco a poco Nuevos hábitos: Es muy probable que tu día a día ahora tenga momentos vacíos que son los tiempos que ocupabas con tu ex pareja. Trata de incorporar nuevos hábitos a esos momentos con el fin de aprender a crear una nueva vida que valores y te llene de felicidad, más allá de la vida que compartías con tu ex. Ten a tu alrededor a tus seres queridos: evitando el aislamiento y la soledad con amistades y familiares. Amplía tu circulo social: conociendo gente nueva. Fuente:V. Herrera-G. ![]() Ancianos que viven solos y tienen miedo a salir y contagiarse, sanitarios trabajando a presión, padres y madres con ansiedad por sus hijos en el colegio, etc. son ejemplos de la angustia producida por la COVID19 en los últimos meses. Un equipo de 30 profesionales del Colegio de Psicólogos de Baleares ayuda por teléfono a las personas afectadas por la situación, las 24 horas en el teléfono 900 112 003, ofreciendo asesoramiento y "primeros auxilios psicológicos". "Es una intervención puntual en un momento determinado para poder dar herramientas, pautas y estrategias con el fin de afrontar el problema que se sufre en ese momento", y se les dedica "el tiempo necesario". No es la primera vez que el Colegio de Psicólogos ofrece ayuda gratuita desde que la pandemia llegó a Baleares en marzo. Ya atendieron 804 llamadas durante la primera oleada, cuando habilitaron este servicio telefónico gratuito junto a la Dirección General de Emergencias del Govern. Ahora lo retoman porque, tras el final del estado de alarma, vieron que podía haber "más problemas de afectación psicológica en la ciudadanía, por un lado por la situación de confinamiento vivida y por otro por las consecuencias que podía tener a nivel familiar, social y económico". También se detectó un aumento de problemática, de ideación suicida y de suicidios consumados. Se habilitó el teléfono sobre todo para atender a personas que vivan solas, menores y familias en circunstancias especiales, víctimas de violencia machista, pero también a los profesionales sanitarios y del ámbito docente. Ansiedad, angustia, síntomas de depresión, dificultades para gestionar el duelo, insomnio, conflictos de convivencia, miedo al contagio, problemas laborales, incertidumbre económica e ideaciones suicidas están entre los principales problemas psicológicos que atienden, aunque los problemas que les cuentan han cambiado de la primera a la segunda oleada de la pandemia. "Durante el confinamiento la mayoría de las llamadas tenían que ver con el propio confinamiento, algo completamente nuevo e inesperado y que la gente no sabía gestionar, y ahora son sobre todo problemáticas derivadas de las consecuencias de la crisis sanitaria". Atienden principalmente a colectivos vulnerables, "como las personas mayores, que están sufriendo en muchos casos una nueva situación que les está generando aislamiento, tienen miedo a contagiarse y miedo a morir, sufren soledad y miedo a tener relaciones sociales y al contacto familiar". Fuente: S. Lamata. La Vanguardia ![]() Despertarse. Notarse algo nervioso y, no obstante, seguir con la rutina habitual. Ducharse. Bajar a tomar un café antes de la reunión de la mañana. Hasta que llega la taquicardia. Es la señal que mandó el cuerpo de Carlos para avisarle de que algo no iba bien. “Envié un mensaje al curro diciendo que no me encontraba bien, me fui a la cama e intenté contar de cien a cero”, relata Carlos, “cuando me relajé un poco salí de la cama y me fui directo al hospital”, donde le diagnosticaron depresión y trastorno de ansiedad. Y con ello convive desde julio. Dos pastillas al día, una visita al psiquiatra cada dos meses, y una consulta -privada- semanal con el psicólogo. “Me cuesta mucho concentrarme, me dan subidas y bajadas de ánimo, a veces estoy aturdido, a veces estoy con gente y me quiero ir a casa, a veces me dan muchas ganas de drogarme, de emborracharme o de comer mucho”. Según las cifras de nuestro Sistema Nacional de Salud, el 11% de los problemas de salud crónicos están relacionados con la salud mental. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la pandemia está incrementando la demanda de los servicios de salud. “Muchas personas han aumentado su consumo de alcohol o drogas y sufren problemas de insomnio y ansiedad”, concluye el estudio realizado en 130 países. Los síntomas de la COVID-19 no solo los padece quien se contagia, sino quien sufre el duelo por perder a un ser querido, quien se siente aislado debido al confinamiento, o a quien la crisis le deja sin trabajo. Estos factores “están generando o agravando trastornos de salud mental”, advierte la OMS. “Con la crisis en 2009 aumentó la patología mental alrededor del 20% y ahora tenemos la crisis económica más todo lo derivado de la pandemia”. Un estudio realizado con 3.480 personas en España destaca que casi el 19% presentaba síntomas compatibles con la depresión, el 21% con la ansiedad, y hasta un 15% padecía trastorno de estrés postraumático. Desde el principio de la pandemia las personas mayores han sido los pacientes de riesgo por excelencia. La brecha digital de esta generación también ha provocado la interrupción de muchos de sus tratamientos, y el aislamiento social. “Existe un empeoramiento cognitivo muy importante de estas personas, porque sus centros de día han cerrado, sus rehabilitaciones han parado”, según R. Vaca, gerontólogo y neuropsicólogo. También pérdida de movilidad, soledad, ansiedad e incluso sentimiento de culpa al ver cómo sus compañeros de residencia fallecían y ellos no. “Mucha gente joven ha estado dos meses en casa sin hacer nada, en los que han aumentado las compras compulsivas en internet y el consumo de pornografía”, según la Confederación de Salud de España, que recuerda que el suicidio es la segunda causa de muerte en la población de 15 a 29 años y que durante estos meses ha “notado el aumento de intentos”. La crisis para este grupo se recrudece, con uno de cada tres jóvenes en paro y un tercio de los que trabajan, en ERTE. No saber si vas a perder el trabajo, no ir al colegio, no poder ver a los tuyos o perderlos suele producir una respuesta emocional de ansiedad, “normal y esperable”. La Confederación Salud Mental España recuerda la importancia de normalizar estas enfermedades. “Las personas que tienen trastornos mentales padecen un estigma muy grande, pierden amistades y a veces el apoyo familiar”, advierte Nel González, “y en los casos de problemas de salud mental grave automáticamente pierde cualquier tipo de crédito para su entorno y la sociedad en general”. Un proceso que “pone en riesgo” la dignidad de la persona. Por esa razón Carlos evitó contar en el trabajo que tenía depresión y ansiedad: “No quería que nadie me tratara distinto, pero lo he dicho porque he pasado dos o tres meses donde mi rendimiento en el trabajo ha bajado muchísimo”. Fuente: A. Silvente. Newtral.es ![]() Un teléfono móvil con conexión a internet es todo lo necesario para una sesión de psicoterapia virtual. Estas sesiones con profesionales de la psicología han aumentado muchísimo en 2020, cuando se ha tambaleado la salud mental de parte de la población, ya que la pandemia ha afectado la estabilidad emocional. “Las grandes crisis sociales son momentos en los que mucha gente experimenta a la vez un vuelco en sus valores, jerarquía de prioridades y principios que rigen su vida, prestando atención al bienestar psicológico. Los confinamientos, las pérdidas de familiares, los despidos laborales y la limitación para ver a amistades y seres queridos han dejado secuelas y “la terapia ayuda y hace bien. Tener un apoyo profesional con experiencia en crisis, en cambios, en emociones, etc. ayuda a afrontar momentos difíciles y crecer encontrando nuestra resiliecia”. La toma de conciencia de que el malestar psicológico natural y sobrevenido se puede trabajar es uno de los factores que está motivando la incorporación de la terapia entre la población. La conciliación con la vida cotidiana que permite su forma virtual, también. Aunque veníamos de una realidad en la que el estrés dominaba las agendas diarias, la pandemia ha traído consecuencias que han superado el efecto sobre el bienestar. “La crisis sanitaria incluye multitud de pequeños y grandes estresores, presentes de forma continuada, que generan un gran desgaste”. La incertidumbre de esta crisis perjudica la salud mental y el bienestar, generando malestar, porque “desconocemos la situación de la amenaza, ni si nos afectará o cómo lo hará, o si somos un peligro para otras personas, dificultando nuestra vida cotidiana, el ocio y las relaciones. En este escenario en el que, por periodos de tiempo, la gente se ha visto privada de movilidad, la psicoterapia ha cambiado la consulta por la pantalla. “La terapia virtual tiene beneficios porque puede llevarse a cabo, bien por confinamiento, o porque el profesional más cercano vive lejos, o por dificultades de horario o de movilidad, o porque no deseo ser visto yendo a una terapia en persona, etc.” La inmediatez, la flexibilidad y el ahorro de tiempo han favorecido la conexión entre psicólogos y pacientes. La terapia virtual resulta muy adaptada a cada vida y a cada circunstancia en función de la necesidad o inmediatez, es mucho más fácil para los distintos casos. “Aunque estemos hablando de personas psicológicamente sanas y sin estresores añadidos, si demasiadas cosas fallan a la vez, la salud psicológica se ve afectada” y las consecuencias se han materializado en un aumento de las terapias por ansiedad en un 168%, respecto de 2019. Junto a las consultas por ansiedad, han crecido las destinadas a tratar el duelo (135%), la depresión (80%) y los problemas de pareja se ha elevado en un (65%). Las personas especialista en psicología pueden ayudar a manejar todas estas situaciones y a devolver el estado de bienestar perdido con un gesto tan sencillo como iniciar una videollamada en el móvil.Fuente: R. N. MACÍAS. LA VANGUARDIA El universo tiende al caos (hacia la entropía), lo que hace necesaria la existencia de una energía que mantenga el orden y evitar el desorden.
En cualquier organización humana, (asociación, institución, empresa, etc.) la complejidad de las relaciones entre las personas genera una tendencia al desorden. Para ello existen las "funciones de gestión":
El poder es función de un puesto, de una posición dentro de la jerarquía de la empresa y una persona lo tiene en virtud de su cargo. La buena utilización del poder asegura el mantenimiento del orden dentro de esa organización. La autoridad no la concede la empresa o la organización sino aquellos a quienes se dirige, que libremente aceptan las reglas impuestas por su superior de acuerdo con el buen ejemplo, el buen hacer o el prestigio, por ejemplo, de quienes les dirige. Fuente: J. Garrido |
Santiago CherbitPsicologo Archives
Enero 2021
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