![]() Un teléfono móvil con conexión a internet es todo lo necesario para una sesión de psicoterapia virtual. Estas sesiones con profesionales de la psicología han aumentado muchísimo en 2020, cuando se ha tambaleado la salud mental de parte de la población, ya que la pandemia ha afectado la estabilidad emocional. “Las grandes crisis sociales son momentos en los que mucha gente experimenta a la vez un vuelco en sus valores, jerarquía de prioridades y principios que rigen su vida, prestando atención al bienestar psicológico. Los confinamientos, las pérdidas de familiares, los despidos laborales y la limitación para ver a amistades y seres queridos han dejado secuelas y “la terapia ayuda y hace bien. Tener un apoyo profesional con experiencia en crisis, en cambios, en emociones, etc. ayuda a afrontar momentos difíciles y crecer encontrando nuestra resiliecia”. La toma de conciencia de que el malestar psicológico natural y sobrevenido se puede trabajar es uno de los factores que está motivando la incorporación de la terapia entre la población. La conciliación con la vida cotidiana que permite su forma virtual, también. Aunque veníamos de una realidad en la que el estrés dominaba las agendas diarias, la pandemia ha traído consecuencias que han superado el efecto sobre el bienestar. “La crisis sanitaria incluye multitud de pequeños y grandes estresores, presentes de forma continuada, que generan un gran desgaste”. La incertidumbre de esta crisis perjudica la salud mental y el bienestar, generando malestar, porque “desconocemos la situación de la amenaza, ni si nos afectará o cómo lo hará, o si somos un peligro para otras personas, dificultando nuestra vida cotidiana, el ocio y las relaciones. En este escenario en el que, por periodos de tiempo, la gente se ha visto privada de movilidad, la psicoterapia ha cambiado la consulta por la pantalla. “La terapia virtual tiene beneficios porque puede llevarse a cabo, bien por confinamiento, o porque el profesional más cercano vive lejos, o por dificultades de horario o de movilidad, o porque no deseo ser visto yendo a una terapia en persona, etc.” La inmediatez, la flexibilidad y el ahorro de tiempo han favorecido la conexión entre psicólogos y pacientes. La terapia virtual resulta muy adaptada a cada vida y a cada circunstancia en función de la necesidad o inmediatez, es mucho más fácil para los distintos casos. “Aunque estemos hablando de personas psicológicamente sanas y sin estresores añadidos, si demasiadas cosas fallan a la vez, la salud psicológica se ve afectada” y las consecuencias se han materializado en un aumento de las terapias por ansiedad en un 168%, respecto de 2019. Junto a las consultas por ansiedad, han crecido las destinadas a tratar el duelo (135%), la depresión (80%) y los problemas de pareja se ha elevado en un (65%). Las personas especialista en psicología pueden ayudar a manejar todas estas situaciones y a devolver el estado de bienestar perdido con un gesto tan sencillo como iniciar una videollamada en el móvil.Fuente: R. N. MACÍAS. LA VANGUARDIA
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Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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