![]() Hay amores que acaban porque la monotonía, el tedio, las discrepancias, las inseguridades, etc. nos distancian, a pesar de que la mayoría de parejas desea un amor eterno. Otros responsabilizan a los valores actuales, o a que las parejas no aguantan el menor contratiempo, o que las personas se han vuelto egoístas, que las personas quieren vivir felices y no solo soportarse, etc. En ocasiones hay esperanza si ambas partes se lo proponen. Para que nada nos separe, que nada nos una” Pablo Neruda Con frecuencia las parejas acuden tarde a terapia; con la inminencia de la separación se cree que es la última oportunidad. A veces una de las partes sigue enamorada, mientras la otra cree que la relación ya no funciona y lo intenta por última antes de romper. En tales casos conviene no perder el tiempo. Los conflictos por cosas aparentemente insignificantes tornan negativa la percepción de la pareja, distanciándose cada vez más el uno del otro, mientras centran la atención en lo que les separa Para evitar el deterioro de la convivencia, que implica deberes, momentos mejores y peores, cansancio, tolerancia, aceptación, etc. conviene: 1. Antes de reprochar algo pregúntese si quiere herir al otro o que cambie algo que le molesta. Dirija su atención a lo que une, a lo que desea, en lugar de lo que detesta y le distancia. 2. Practiquen actividades juntas que proporcionen placer y disfrute, no solo en las obligaciones y la rutina. Se trata de relajarse con su pareja. 3. Tenga presente que su pareja no es adivina y pídale lo que necesita de ella. Muchas personas se sienten insatisfechas porque su pareja no satisface sus necesidades, incluso las más vitales como las sexuales y no lo verbalizan. La intimidad y el compromiso están para esto. 4. Para que algo cambie, conviene que esté dispuesto a las peticiones de cambio del otro. 5. Apercíbase de lo que le gusta y aprecia, y su atención le llevará ahí. Fuente: P. Ramírez
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Enero 2021
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