Es lo que decía E. Punset.
Frecuentemente queremos que las cosas sean de una manera y una causa de sufrimiento, igual de frecuente, es desear que las cosas sean distintas a como terminan siendo… En ocasiones miramos por el espejo retrovisor deseando que todo fuera como antes. Un pasado que en su momento no valorábamos tanto porque nos parecía lo normal o porque teníamos otras aspiraciones. Es como si constantemente desearemos lo que no tenemos y no fuéramos conscientes de lo que representa lo que si. Tenemos un estilo de cambio y progreso. Tendemos a valorar mal la estabilidad sin saber plantearnos la alternativa. Ello viene motivado por una sensación de insatisfacción crónica que a la vez “empuja” y “tiñe” de negatividad nuestra existencia por la diferencia entre las expectativas y la realidad. La solución consiste en aceptar lo que nos toca vivir, trabajar por nuestras expectativas y conseguir el equilibrio para disfrutar el día a día de nuestra vida. Es habitual que cuando llega un momento deseado nos desilusionamos y rápidamente nos planteamos nuevas metas para así llegar a una especie de premio de verdad, que obviamente jamás llegará. La siguiente anécdota es la de un artesano que hacía cestos a partir de un lote de mimbres, que elegía cuidadosamente. A medida que iba haciendo cestos quedaban menos mimbres, normalmente las más irregulares y difíciles de trabajar, pero no se detenía y se adaptaba a las de éstos: “con estos mimbres tengo que hacer el cesto”. La realidad nos pone a prueba a veces con circunstancias indeseadas. Los mimbres imperfectos del artesano tienen su equivalencia, en la vida cotidiana, en situaciones dolorosas y, en lugar de lamentar nuestra suerte, nos planteamos lo que nos queda y qué podemos hacer para continuar con un cierto equilibrio en nuestra vida. Fuente: F. Miralles
0 Comments
Leave a Reply. |
Santiago CherbitPsicologo Archives
Enero 2021
Categories |