![]() La motivación laboral constituye un tipo de comportamiento con el que respondemos a las demandas del trabajo con eficacia. La crisis económica amenaza la sostenibilidad del bienestar y del rendimiento propio de las décadas anteriores, como consecuencia del impacto del cambio de condiciones laborales básicas (horarios, retribución, seguridad, etc.) que llevan a una motivación de débil en intensidad y poco persistente. Uno de los mayores desafíos es promover niveles de bienestar en el trabajo para la mejora del rendimiento y viceversa; siendo necesaria la sinergia, pues si solo se promueve uno de los elementos, se creará un círculo vicioso. El deterioro del bienestar tiene importantes consecuencias en el bienestar y en términos económicos, siendo su coste estimado de 3,8 billones de libras esterlinas en el Reino Unido por la disminución de la productividad. El dinero no motiva ni a la mejor gente ni a lo mejor de la gente. Puede hacer mover el cuerpo o la mente, pero no llega a tu corazón o a su espíritu" (Dee Hock, Fundador de VISA International). Conviene acentuar el estímulo de motivaciones autónomas y bajo el control del trabajador. La motivación laboral es un conjunto de procesos que determinan la dirección, intensidad y persistencia de la acción que caracteriza a la persona en relación con su trabajo. Todo trabajador busca satisfacer unos deseos que son relevantes en el mundo laboral: • Autonomía como deseo de control sobre su medio, de independencia respecto del mismo y de otros. • Relación entendida como interacción social mediante la conexión con otros y de tener relaciones cercanas con el equipo y la organización. • Competencia como crecimiento y desarrollo del trabajador, en conocimientos, destrezas y habilidades, que generan el dominio de su trabajo. La decisión de iniciar o no el esfuerzo, qué cantidad de esfuerzo invertir y por cuánto persistir en el mismo, está determinada por otros elementos de la motivación como los siguientes: • Las expectativas como creencias sobre la probabilidad de que una conducta vaya seguida de un resultado concreto. • La meta es la finalidad de la acción y un determinante del comportamiento motivado porque orienta la conducta y aporta información sobre el esfuerzo necesario para alcanzarla. • La auto-eficacia se apoya en las creencias en las propias capacidades para afrontar las situaciones que se vayan presentando. Influye en la elección de tareas, el esfuerzo que se ponen en su ejecución y la persistencia en ese esfuerzo. • Las percepciones de justicia distributiva y de justicia inter-personal explican la conducta motivada, por cómo el trabajador cree que es tratado por la organización y con respecto a los demás.
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Santiago CherbitPsicologo Archives
Enero 2021
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