El síndrome de NocheviejaSe acaba el año y parece que hubiera que celebrarlo darle más valor, con rituales como las uvas con las campanadas, las cenas, las fiestas, etc.
La mayoría se divierte. Para los adolescentes es una ocasión para trasnochar. En general tenemos grandes expectativas sobre lo bien que debemos pasarlo y de lo tarde que nos acostaremos, tras haber tomado chocolate con churros. Ello puede generar tal tensión que podría hacer que no sea tan agradable. Esto es el síndrome de nochevieja, que podemos afrontar ajustando las expectativas: • ¿Tengo que aguantar hasta los churros? • ¿Puedo aburrirme en algún momento de la noche sin pensar que es una pérdida de tiempo? • ¿Soy capaz de disfrutar de las cosas sin convertirlas en una obligación? Para borrar todo lo malo y atraer lo bueno, probablemente ya tendrás las uvas de las campanadas y la ropa interior roja que atraerá a la suerte, como parte de esas supersticiones a modo de creencia que es contraria a la razón: • Cuando el reloj marca las doce, besamos a quienes han compartido la cuenta atrás con nosotros, para mantener el afecto con estas personas. • Brindar con un anillo de oro en la copa. • El pie derecho debe ser el primero en tocar el suelo para empezar el año. • Encender todas las luces de la casa para atraer la claridad. Se trata de actos que no tienen consecuencias negativas, salvo que, como cualquier expectativa, sea exagerada.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
Categories |