![]() Para todos los pensamientos representan la realidad, aunque, en ocasiones, la distorsionan generándonos emociones que condicionan nuestros actos. Una distorsión es un error al procesar la información que nos llega a través de nuestros sentidos, sobre nosotros mismos y el mundo. Pueden suceder por lo aprendido en una experiencia pasada que generalizando para el resto de la vida, pudiendo convertirse en una limitación. Algunos ejemplos de distorsiones son los siguientes: • Sacamos una conclusión sin evidencias e incluso con evidencias en sentido contrario, que nos llevan a: o Anticipación sin evidencia del futuro. o Creer saber lo que piensa la otra persona. • Enfocarse en algunos aspectos de la situación, sin tener en cuenta el resto. • Sacar conclusiones a partir de hecho aislado y utilizamos como regla en otras situaciones. • Sobreestimar lo negativo y/o subestimar lo positivo. • Asumir que uno mismo u otros han causado cosas directamente, sin evidencia alguna. • Pensar en términos de todo o nada o de blanco o negro. • Sacar conclusiones a partir de cómo nos sentimos. • Rechazar lo positivo sistemáticamente. • Rigidez al aplicar las reglas de nuestras obligaciones, independientemente del contexto. • Culpar a los demás o a uno mismo de los problemas, aunque no haya evidencia de ello. • Ver peligros donde no los hay. • Adaptar la realidad a nuestras ideas preconcebidas, para confirmarlas. Para poder paliar las consecuencias de estas distorsiones conviene identificar alternativas a lo que pensamos, intentando acercarnos a la objetividad.
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Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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