La pareja no es una excepción a las luchas de poder de toda relación entre personas, y sus miembros intentan imponer sus reglas mediante la manipulación de los sentimientos para actuar en los puntos débiles del otro.
Las tácticas más frecuentes son: • Se amenaza con que si no obedece habrá consecuencias negativas. • Se amenaza con dañarse para hacer sentir culpable a la otra persona. • Guardar silencio para mostrar el enfado. • La exigencia disfrazada de sentimientos de lástima y culpa. • Dar para recibir. La manipulación suele ponernos en una posición incómoda, porque acceder a lo que nos pide la otra persona puede significar renunciar a mis deseos y necesidades, mientras que si me niego sentiré culpa, miedo al rechazo o a una situación tensa. Tanto en la vida de pareja como en general en todo tipo de relaciones es crucial una comunicación clara y honesta que permita aclarar las situaciones ambiguas.
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Santiago CherbitPsicologo Archives
Noviembre 2020
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